martes, 31 de agosto de 2010

bicentenario

Nuestro bicentenario.
El Bicentenario de la República Argentina tuvo lugar el 25 de mayo de 2010, doscientos años después de la Revolución de Mayo de 1810 en la cual se destituyó al virrey español Baltasar Hidalgo de Cisneros y se creó una Junta de gobierno conformada por destacados representantes del pueblo, que se convirtió entonces en el Primer gobierno patrio de Argentina.

martes, 17 de agosto de 2010

El cielito (danzas folkloricas)

El cielito






Esta fue la danza patriótica por excelencia, llevada desde Buenos Aires, en 1810, como marcha de los soldados al Uruguay, allí se registra su primera versión, luego va a Bolivia, según los estudios de Vega, no puede haber ido en las primeras excursiones, sino con las del ejército de Belgrano. Luego va a Mendoza y a Chile con el General San Martín. Luego va al Paraguay y no hay datos precisos de su llegada al Perú.
Existen varios documentos que prueban la existencia del Cielito en el siglo XIX, algún testigo en 1844 dice "hace vibrar involuntariamente los nervios de la contemplativa y retirada anciana", de la doncella, del magistrado, del militar. Hacia 1868 un testigo dice que los bailes se inician "con el cielo en homenaje al país y a los sentimientos nacionales de la dueña de casa". En 1880 un escritor lo ve "en las casas de más rancias costumbres" como "rezago de épocas de antaño".
El primer texto del Cielito se publicó en 1813, la primera versión musical fue escrita en 1816 y la primera descripción coreográfica en 1818. Tuvo cambios demasiado bruscos al pasar de la campaña a los salones de alcurnia, recorrió increíbles distancias, lo que llevó a modificar su coreografía y textos en las distintas regiones. Al decir de Carlos Vega: su grandeza padeció décadas y leguas.

Historia del pericon (danza)

Hace medio siglo aun se cultivaba en la campaña argentina.
Ventura R. Lynch, cuyo conocido folleto se publicó en 1883, lo menciona entre las danzas del gaucho bonaerense y asegura que se bailaba también en el interior y en el Uruguay.
Cuando Sarmiento era muy joven lo bailó en San Luis. Así nos lo dice en sus "Recuerdos de provincia" cuando habla de don José de Oro, su maestro y consejero hasta los 15 años, el cual... "Gustaba con pasión de bailar, y él y yo hemos fandangueado juntos todos los domingos de un año (1826) enredándonos en pericones y contradanzas en San Francisco del Monte, en la sierra de San Luis..."
Nada extraño es que el Pericón se bailara en 1820 en Buenos Aires, cuando el testimonio de Sarmiento lo radica en San Luis en 1826. Esa antigüedad y esa dispersión se confirman con la noticia clave que nos dejó el sólido recuerdista José Zapiola, autor que, a pesar de haber publicado en 1872 sobre el período 1810-1840, merece crédito. Escribe Zapiola: "San Martín con su ejército, en 1817, nos trajo el Cielito, el Pericón, la Sajuriana y el Cuando..."
Según documentos que daré en otra oportunidad, Pericón es el bastonero, por tal nombre conocido en Buenos Aires antes de 1818. Y la expresión "cielo apericonado" de esa época, significaría "cielo con bastonero", esto es, "cielo con más de dos parejas", con muchas parejas, como el Pericón, que aunque se llama baile "de cuatro", según Lynch, es de cuatro como mínimo, porque con dos no se puede hacer la cadena.
Esta danza (y otras) fue incluida en nuevas obras criollas hasta que obtuvo una nueva versión musical muy difundida. En 1900, el actor y compositor Antonio D. Podestá, estrenó en el teatro de la Zarzuela (hoy Argentino) un "boceto lírico nacional" en un acto, con texto del propio compositor, titulado "Por María". La obra se dio once veces seguidas y algunas más, después, en el Victoria y en el Apolo. Todo en 1900-1901.
La música del boceto fue compuesta a base de melodías populares u originales en estilo popular, y el Pericón de la quinta escena (original de Podestá) fue reducido de la orquesta al piano por G. Grossi. Se imprimió la versión y el público agotó numerosas ediciones del "Pericón por María", como se rotula. Así pudo ser y fue ejecutado y bailado por niños y adultos en las fiestas escolares, de beneficencia o de aficionados, en las poblaciones de toda la república.
Hacia 1906 el Pericón invade francamente los salones aristocráticos de Buenos Aires. Hay, es claro, partidarios y adversarios de su adopción. Se discute. Los amigos de nuestra danza le hacen una débil defensa; no saben que el Pericón es baile de la más pura genealogía cortesana y que su aspecto vulgar es aleatoria consecuencia del culto en el ambiente campesino. Tampoco saben que bajó a los dominios del pueblo (antes de recibir el nombre popular) de los salones porteños, y que luego, en la época de la revolución, esos mismos salones, distinguidos entre los más elegantes del mundo, lo acogieron de nuevo y lo importaron a las principales ciudades sudamericanas

las danzas

El pericón es un baile típico de la llanura pampeana. Es una danza muy elegante y era llamado "baile de cuatro", en razón de ser ése el mínimo de parejas necesarias y, también, porque la coreografía de la danza primitiva se componía de sólo cuatro figuras, llamadas, por su orden, demanda o espejo, postrera o alegre, cadena y cielo. A cada una de estas figuras corresponden varios movimientos distintos, que se ejecutan de acuerdo con las órdenes que dan, según el caso, el cantor o el "bastonero" -especie de director- y siguiendo el ritmo de vals lento, de sobrepaso, característico de todos los pericones.
El "bastonero" debía ser elegido con sumo cuidado, ya que de su ingenio dependía, en gran parte, el éxito del baile.
Posteriormente se le fueron agregando nuevas figuras para darle mayor visualidad y movimiento. El más conocido de estos agregados fue el "pabellón", donde las parejas, tomadas del brazo, forman un círculo y siguiendo el compás de la música, cada pareja, con las manos libres, extiende un pañuelo por encima de las cabezas, intercalándose los colores azul y blanco de la bandera argentina.

martes, 3 de agosto de 2010

Acta de la independencia.


Acta de la Independencia

En la benemérita y muy digna Ciudad de San Miguel del Tucumán a nueve días del mes de julio de mil ochocientos dieciséis: terminada la sesión ordinaria, el Congreso de las Provincias Unidas continuó sus anteriores discusiones sobre el grande, augusto y sagrado, objeto de la independencia de los Pueblos que lo forman. Era universal, constante y decidido el clamor del territorio entero por su emancipación solemne del poder despótico de los reyes de España; los Representantes sin embargo consagraron a tan arduo asunto toda la profundidad de sus talentos, la rectitud de sus intenciones e interés que demanda la sanción de la suerte suya, Pueblos representados y posteridad.Nos los Representantes de las Provincias Unidas en Sud América reunidos en Congreso General, invocando al Eterno que preside al universo, en el nombre y por la autoridad de los Pueblos que representamos, protestando al Cielo, a las naciones y hombres todos del globo la justicia que regla nuestros votos: declaramos solemnemente a la faz de la tierra, que es voluntad unámime e indubitable de estas Provincias romper los violentos vínculos que las ligaban a los Reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojadas, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli. Quedan en consecuencia de hecho y derecho con amplio y pleno poder para darse las formas que exija la justicia, e impere el cúmulo de sus actuales circunstancias. Todas y cada una de ellas así lo publican, declaran y ratifican, comprometiéndose por nuestro medio al cumplimiento y sostén de esta su voluntad, bajo del seguro y garantía de sus vidas, haberes y fama.

Dada en la Sala de Sesiones, firmada de nuestra mano, sellada con el sello del Congreso y refrendada por nuestros Diputados Secretarios.
Francisco Narciso de Laprida, Diputado por San Juan, Presidente Mariano Boedo, Vice Presidente, Diputado por Salta Dr. Antonio Sáenz, Diputado por Buenos Aires Dr. José Darragueira, Diputado por Buenos Aires Fray Cayetano José Rodríguez, Diputado por Buenos Aires Dr. Pedro Medrano, Diputado por Buenos Aires Dr. Manuel Antonio Acevedo, Diputado por Catamarca Dr. José Ignacio de Gorriti, Diputado por Salta Dr. José Andrés Pacheco de Melo, Diputado por Chibchas Dr. Teodoro Sánchez de Bustamante, Diputado por la Ciudad de Jujuy y su territorio Eduardo Pérez Bulnes, Diputado por Córdoba Tomás Godoy Cruz, Diputado por Mendoza Dr. Pedro Miguel Aráoz, Diputado por la Capital del Tucumán Dr. Esteban Agustín Gazcón, Diputado por la Provincia de Buenos Aires Pedro Francisco de Uriarte, Diputado por Santiago del Estero Pedro León Gallo, Diputado de Santiago del Estero Pedro Ignacio Rivera, Diputado de Mizque Dr. Mariano Sánchez de Loria, Diputado por Charcas Dr. José Severo Malabia, Diputado por Charcas Dr. Pedro Ignacio de Castro Barros, Diputado por La Rioja Licenciado Gerónimo Salguero de Cabrera y Cabrera, Diputado por Córdoba Dr. José Colombres, Diputado por Catamarca Dr. José Ignacio Thames, Diputado por Tucumán Fray Justo de Santa María de Oro, Diputado por San Juan José Antonio Cabrera, Diputado por Córdoba Dr. Juan Agustín Maza, Diputado por Mendoza Tomás Manuel de Anchorena, Diputado de Buenos Aires José Mariano Serrano, Diputado por Charcas, Secretario Juan José Paso, Diputado por Buenos Aires, Secretario.